"El corazón discurre sobre estos campos. Lo llevan los ojos, los oídos, el olfato. Se hace sentido. Lo sabe, lo acecha todo, lo espera todo, se tiende sobre la tierra, se abriga entre dos surcos, pasa entre los olivos. La belleza es un vuelo. ¿Quién lo dijo? no se está quieta en las cosas y no se mueve de ellas. Dentro y fuera. ¿Cómo decirlo? Parece que somos pozos oscuros, hondos, donde nada llega. Y asomándonos, está todo. La loma, el pesñascal, la vera de la zanja, la desazón, la felicidad acechadora, la alegría que apunta, la sombra cernida. ¡Ay corazón, lento y oscuro!
Enero es bellísimo. Va abriendo día a día, surco a surco, secretos del campo. El campo es una inmensa caja de secretos. Hay que saber verlos. Espiarlos hasta que nos los entregue, Así, yendo de pronto, el simple color de una piedra junto a la que pasamos mil veces sin repararla, la forma de un árbol, la luz de un camino.
Todo va quedando. Lo mismo que la hoja caduca sobre el sembrado añadirá lozanía al tallo, lustre a la hoja, cargazón a la espiga. El sol de esta tarde está creando dentro y fuera, en alma y tierra, calor, sin que nunca acabe enteramente de morir. ¿Qué muere? Todo esto sigue. Y el sonar del campo, del río, entre estas riberas de cielo hermosísimas, deja un largo eco, una llamada eterna a la belleza".
José Antonio Muñoz Rojas
Las cosas del campo
(escrito entre 1946 y 1947)
Enero es bellísimo. Va abriendo día a día, surco a surco, secretos del campo. El campo es una inmensa caja de secretos. Hay que saber verlos. Espiarlos hasta que nos los entregue, Así, yendo de pronto, el simple color de una piedra junto a la que pasamos mil veces sin repararla, la forma de un árbol, la luz de un camino.
Todo va quedando. Lo mismo que la hoja caduca sobre el sembrado añadirá lozanía al tallo, lustre a la hoja, cargazón a la espiga. El sol de esta tarde está creando dentro y fuera, en alma y tierra, calor, sin que nunca acabe enteramente de morir. ¿Qué muere? Todo esto sigue. Y el sonar del campo, del río, entre estas riberas de cielo hermosísimas, deja un largo eco, una llamada eterna a la belleza".
José Antonio Muñoz Rojas
Las cosas del campo
(escrito entre 1946 y 1947)
Maravillosa descripción de lo que siente el alma, cuando se pierde en los paisajes que le vieron nacer.
Aqui quiero hacer mi pequeño homenaje a este escritor andaluz desconocido para la mayoría, recordar solamente que fue Premio Nacional de Poesía en 1998 con el libro: Objetos Perdidos, de una belleza sublime.
